miércoles, 28 de noviembre de 2012

Gaza

Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos. 

Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.

Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.

Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.

Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?

El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.

Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.

Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.

La llamada comunidad internacional, ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro? 

Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad. Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.

La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.

Eduardo Galeano.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Capitalismo corporativo y ciencias sociales

Palabras preliminares. 

Para acercarse a un planteamiento de las ciencias sociales y el porvenir de cualquier país o región es ineludible analizar el proceso de globalización que a nivel mundial se inició con el golpe de estado de Pinochet en Chile. Desde entonces hasta hoy, globalización y neoliberalismo han evolucionado a grandes saltos, en sucesivas crisis que abarcan al mundo entero.

A partir de la necesidad de plantear los problemas locales o regionales dentro de una dialéctica mundial, divido esta exposición en tres partes. En una primera, me referiré a las ciencias hegemónicas de la globalización, en la segunda tomaré en cuenta la presente agudización de la crisis y la dialéctica de las necesidades inmediatas, y de los hábitos de presión y negociación, o de conformismo, en la tercera señalaré cómo llegan a superarse las contradicciones, las desregulaciones y las depredaciones del capitalismo corporativo conforme se agudizan y me referiré a las ciencias sociales y el pensamiento crítico, alternativo y revolucionario, con manifestaciones particularmente ricas en América Latina.

Quiero antes aclarar que reconozco los males y peligros del mundo con la seguridad de que conocerlos nos ayuda a luchar para vencerlos. Digo esto porque voy a hablar de una situación que ha empeorado y de cómo ha empeorado.

Entre lo nuevo de la globalización cabe atender observaciones que juntas tienen un sentido de que carecen cuando se les ve por separado. Procuraré destacar las tendencias en que se inscriben las noticias aisladas de los periódicos y otros medios.

Primera Parte. 

1. Aclaro . Las ciencias hegemónicas no son sólo ideologías. Son también tecnologías y tecnociencias para la dominación y la acumulación.

2. Como ciencias y tecnocienciencias su desarrollo no se limita, pero corresponde al de las ciencias de la comunicación y de la organización destinadas a alcanzar los objetivos del capitalismo corporativo y de sus sistemas de organización para la maximización de ganancias y la minimización de pérdidas.

3. Las ciencias y tecnociencias se aplican a la organización del sistema de sistemas corporativos, y también a la organización de una corporación como sistema de dominación y acumulación.

4. Las tecnociencias de la comunicación y la información constituyen conocimientos directamente vinculados a la organización de los sistemas del capitalismo corporativo. El vínculo entre comunicación, información y organización plantea los problemas de la infraestructura de la comunicación y de la información, los problemas de las redes de información y sus unidades jerárquicas y cooperativas, centralizadas y autónomas, formales e informales, legales e ilegales, abiertas y encubiertas.

5. Plantea a la vez los problemas de las unidades jerárquicas y de las unidades coordinadas que de arriba para abajo o de abajo para arriba dialogan y precisan las acciones más adecuadas en los diferentes sitios o tiempos.

6. En todos los casos la organización de las corporaciones busca estimular la retroalimentación para incrementar la eficiencia y la eficacia, la competitividad y las posibilidades de dominar y acumular. Nadie declara que “en general” las organizaciones deben ser jerárquicas o cooperativas: se estudia cuáles son las mejores en cada caso o campo de acción para alcanzar los objetivos.

7. A los problemas anteriores se añaden los que corresponden al sentido de la información. En este terreno aparecen las racionalizaciones y las ideologías y valores que deforman u ocultan los verdaderos objetivos que se buscan.

8. Muchos engaños y autoengaños se ocultan a los propios actores e investigadores, no se diga a los competidores o a las víctimas actuales y potenciales, a quienes se debilita y hace perder eficacia y eficiencia mediante políticas de desinformación, de desorganización, de pérdida de sentido de la realidad, de conformismo, desentendimiento, desidia mental y material, virtual y real.

9. En las guerras formales e informales las políticas de desinformación, desconocimiento y desestructuración se complementan con las medidas de eliminación y destrucción física y moral de competidores y opositores.

10. Eliminación y destrucción se combinan con invitaciones y atenciones que buscan la cooptación, colusión y corrupción de individuos y grupos a los que se atrae y se separa de su gente. La política de eliminación se combina con la política de los desertores y traidores, o de los agradecidos e incorporados. A las limitaciones y contra dicciones de estas medidas y al rechazo de las mismas nos referiremos después.

11 . Otro campo de los conocimientos hegemónicos aplicados por el capital corporativo es el de las combinaciones y reestructuraciones no sólo en redes de empresas asociadas y subordinadas sino en redes de complejos empresariales-militares-políticos y mediáticos. Las redes de las corporaciones incluyen colectivos de los que mandan en los organismos financieros, en las megaempresas de producción, comunicación y servicios, en el ejército y la información.

12. Los complejos de poder son unidades integradas que constituyen “el poder detrás del Estado”. A los complejos de poder de las corporaciones les corresponde asumir la soberanía o decisión de última instancia; pero no lo hacen sin una gran cantidad de mediaciones en las que las decisiones se discuten y toman por socios, miembros, ciudadanos en campos asignados a las soluciones alternativas. Se combina así una gran autoridad y sujeción con campos de negociación que varían según la correlación de fuerzas.

13. Informales en gran medida, los complejos de poder se sirven, de manera también informal, de intermediarios o grupos de cooptación, corrupción, presión y represión que, entre otros, constituyen los “lobbies” cuyos miembros operan en los círculos políticos, o forman y contratan a agentes abiertos y encubiertos a los que se asignan esporádica o sistemáticamente acciones legales e ilegales, entre las que se esconde el crimen organizado y subrogado.

14 . Los sistemas autorregulados y orientados a fines se aplican junto con sistemas tecnológicos que son además de autorregulados, adaptables, creadores y procreadores. Las tecnociencias de la “inteligencia” impulsan crecimiento y perfeccionamiento de la robótica, y dan origen tanto a la biorrobótica como a la construcción de redes y sistemas de redes de información y organización.

15. Robótica y biorrobótica así como ciencias de la información y de la organización aumentan eficiencia y eficacia de las corporaciones y complejos en los costos de la acumulación y de la dominación, en la masa salarial, en las bajas de guerra, en la “conquista” de mercados… También aumentan el desempleo de artesanos, trabajadores por su cuenta, asalariados de pequeñas y medianas empresas.

16. Es más, debilitan las demandas de los trabajadores organizados que desde sus lugares de trabajo se enfrentan a un capital en redes con alta movilidad mundial, capaz de emigrar de un día a otro a los países de trabajadores des-regulados, que son como “establos de mano de obra barata”.

17. Los efectos buscados para el abatimiento de salarios y la pérdida de fuerza de los trabajadores organizados no se limitan a operar en la geografía de las desigualdades existente. Con el neoliberalismo y la globalización imponen políticas de construcción de “establos de mano de obra barata” en los propios países metropolitanos, no se diga ya en los de la periferia mundial.

18. Las tecnociencias aumentan exponencialmente la proporción de víctimas y daños del enemigo, en relación a las víctimas y daños propios. Los trasgénicos aumentan en forma también exponencial la capacidad de producción de las agroindustrias y el desplazamiento o eliminación de campesinos, cuyos territorios pasan a depender de las semillas transgénicas o a perder sus propiedades en beneficio de la agroindustria o de las empresas extractivistas. A la expulsión de que son objeto por los trasgénicos, se añaden muchas medidas más como la falta de créditos, y numerosas formas de asedio y acoso de guardias blancos, paramilitares y narcos. Las noticias que se publican al respecto no dan idea de las tendencias a que obedecen.

19. Otros recursos tecnocientíficos notables son, de un lado, los que tienen antecedentes en la historia de los “engaños de guerra” y, de otro lado, los que operan en la economía monetaria. Se trata de la “realidad virtual” que se afina de manera increíble con el termo-magnetismo. Este contribuye como una especie de milagro científico a hacer creer que se vive en un mundo en el que no se vive. Permite organizar luchas de distracción que anulan totalmente la capacidad de ver y entender las luchas reales en que los beneficiarios son las corporaciones y complejos y los integrantes de sus redes de apoyo.

20. Es necesario aclarar que la diferencia entre la realidad virtual y la realidad es distinta de la diferencia entre el mundo formal y el mundo real de las instituciones y el derecho. Es distinto en relación a las verdaderas prácticas que nada o poco tienen que ver con las formas institucionales y jurídicas.

Los modelos tecnocientíficos de la realidad virtual corresponden a lo que de veras parece real y no es real, a lo que potencialmente es real y a la hora de la verdad resulta que no es real… El fenómeno se da en la deuda externa, en la deuda pública, y en la deuda hipotecaria, todas impagables, pero que permiten crear auges económicos ficticios, poseer propiedades que de antemano se van a perder y hacer negocios y política a corporaciones y complejos. El fenómeno también se repite en las guerras virtuales contra el terrorismo y el narcotráfico que distraen de las guerras reales de globalización y recolonización. En sus versiones político-militares corresponde a modelos de corrupción y cooptación de individuos, grupos y colectividades de víctimas hambrientas. En las guerras y políticas virtuales por “la libertad” los escenarios virtuales han sido ampliamente aplicados. Se han aplicado también en los procesos de globalización, primero con las técnicas contrainsurgentes, después con las técnicas de colonización y recolonización urbano-rural. 

21. La ciencia más avanzada en opinión de la mayoría de los gerentes de la globalización es la llamada “ciencia de la toma de decisiones”, una de las ramas en que reciben generosos subsidios y estímulos los grupos y centros de investigación. Su área privilegiada es la que se ocupa de refinar la toma de decisiones para la maximización de utilidades y par la disminución de riesgos tanto en el campo económico como en el político--militar. Combinada con la vieja política de “pan y palo”, o con la psicología de Skinner para la domesticación de animales y humanos, o con los preceptos de Teodoro Roosevelt para la dominación de los pueblos con “bananas y garrotes”, más que un rigor científico indica cuán fuerte se siente el mundo de las corporaciones y de los complejos militares-empresariales para imponer su política de dominación y acumulación.

22. Por otra parte, un tipo de conocimientos científicos que se pensaría ajeno a su aplicación por el capital corporativo es el de los sistemas cosmológicos que Prigoginne llamó “disipativos”. Se trata de sistemas que para continuar existiendo insumen energía y materia de sus contextos y arrojan a ellos deshechos y basuras. En el reino de las analogías, característico de las nuevas ciencias el fenómeno es un símil perfecto de las distintas formas del colonialismo y sobre todo del neocolonialismo transnacional. Es cierto, los símiles despiertan la imaginación científica de los modelos y escenarios de la geopolítica.

23 . En cuanto a los sistemas de la materia y de la vida, muchos muestran obedecer a procesos entrópicos y neguentrópicos, o a “luchas” antisistémicas y de defensa del sistema. Es el caso de los sistemas en fases de transición al caos o en fases de emergencia del caos, de des-estructuración por bifurcaciones sucesivas e incontenibles, o de estructuración creciente con “fractales” o formaciones, que son similares a escalas cada vez mayores; o el caso de las redes y “dendritas” o “conductores” de neurones que se vuelven órganos más y más complejos y eficientes. Es el caso también del cuerpo humano con los anticuerpos positivos que lo defienden junto con el baso, y los anticuerpos negativos que atacan a los defensores, los confunden y los llegan a destruir, destruyendo así al organismo. Todo ese tipo de sistemas, aparentemente desligados de la práctica, tienen aplicación analógica para destruir al enemigo o a la víctima, y como en los casos anteriores pueden reaparecer en una epistemología funcional al sistema, grata al sistema, y que por principio se oculta su propia historicidad como sistema que necesariamente tiene un principio y un fin. La “negación” cognitiva – descubierta por Freud en sus investigaciones psico-analíticas, se manifiesta aún con más claridad en relación a las fuerzas dominantes de sistemas que muestran características terminales, como es el caso del capitalismo según lo ha comprobado entre otros, Immanuel Wallernstein, uno de los más connotados investigadores de las ciencias sociales.

24. Si reparamos en el conjunto de estas nuevas técnicas de organización y las consideramos como sistemas de unidades o “colectivos”que se enlazan e interactúan para alcanzar objetivos, reconocemos un hecho en el que hemos puesto menos atención de la que merece. Neoliberalismo y globalización han generado una colosal reestructuración del capitalismo, de la dominación y la acumulación, que atañen a las luchas de los trabajadores y de los pueblos.

Ya en ocasiones anteriores el capitalismo se había reestructurado para aumentar su poder y ganancias. Pero las reestructuraciones actuales son distintas de las anteriores. Las anteriores sirvieron, desde el siglo XIX, para aumentar las divisiones de la clase obrera en proceso de organización y lucha. Las políticas emergentes en los inicios del capitalismo industrial pasaron de la creación de la llamada “aristocracia obrera” – que se separó del “proletariado pobre”--, a la formación de los “sectores medios”, y de amplias capas de “trabajadores de cuello blanco” frente a los de “cuello azul”, y frente a los que no tenían ni camisa, frente a los “descamisados” como los llaman en la Argentina.

Las políticas de estratificación y movilidad social se llegaron a aplicar en gran escala. Si desde fines del siglo XIX el cambio de la escala o estratificación social aumentó en algunos países de Europa Occidental, aumentó todavía más, y en un mayor número de países, después de la Segunda Guerra Mundial. Lo impulsaron en los países metropolitanos el “Welfare State” (el “Estado Social”) y el “New Deal”, (el “Nuevo Trato”), y en los países periféricos el “Nacionalismo revolucionario”, la “descolonización” formal y el “desarrollismo”. A las viejas divisiones de los trabajadores se añadieron nuevas divisiones por estratos y sectores con una mayoría que quedó des-regulada y siguió sin derechos sociales y ciudadanos efectivos (y la falsa esperanza de alcanzarlos con “el desarrollo”), y con una minoría relativa que contaba con organizaciones y prestaciones, y con la regulación jurídica de los derechos de unirse, de presionar y negociar. El derivado buscado y no buscado, esperado e inesperado de esa política fue la proliferación simultánea de “los condenados de la tierra”, de los trabajadores y pueblos “marginados” y “excluidos”, de los braceros desterrados y “sin papeles”. Desde entonces hasta hoy todos esos “marginados del desarrollo”, excluidos y super-explotados constituyen la inmensa mayoría de los trabajadores del mundo.

25. Con la globalización y el neoliberalismo de fines del siglo XX y principios del XXI vino un nuevo control de los trabajadores. El nuevo control incluyó a los trabajadores metropolitanos y a todos los trabajadores organizados para privarlos de sus derechos y prestaciones y “des-regularlos”. Al mismo tiempo el capital corporativo entró en el proceso de forjar una nueva “organización de sistemas autorregulados” a su servicio, que cambiaron aun más, tanto la lucha de clases como la lucha de los pueblos por su Independencia.

Al crecimiento de las compañías transnacionales se añadió la consolidación de las fuerzas de mando y el impulso a la integración de los verdaderos “complejos empresariales-militares-mediáticos y políticos”. Con ellos el capital corporativo perfeccionó sus políticas de cooptación y represión, y también las de ocultamiento mediante acciones llamadas “encubiertas”, entre las cuales destaca la “subrogación” o “subcontratación” de trabajadores a través de fábricas de obreros super-explotados. Esas fábricas son conocidas en inglés como “sweat shops” o “fábricas sudadero”. Lo que sus patrones hacen es bajo su propia responsabilidad. De sus acciones inhumanas e incluso criminales, no son responsables, ni aparente ni legalmente, las megaempresas que al comprar sus productos a precios mucho más bajos de los que habrían tenido que pagar a sus asalariados, se quedan con el excedente que logran los explotadores.

26. Las nuevas políticas permitieron al capital corporativo quitar las principales facultades soberanas a los estados, hasta disponer de un nuevo tipo de estado privatizado cuyos jefes de gobierno hacen de la “competitividad”, de la “eficacia”, la “eficiencia” y la “gobernanza” su principal tarea: atraer a los capitales con exenciones de impuestos, con subsidios, con aplicación del presupuesto para fortalecer sus infraestructuras, con desregulación de los trabajadores, con políticas de “dejar hacer, dejar pasar” o de “lavado de dinero” que contribuyen sin el menor obstáculo a la compraventa y el trasiego de armas y narcóticos. Sus beneficiarios contribuyen por su parte a la recolonización de regiones y países mediante la subrogada cooperación del “crimen organizado”.

También , “bajo su propio riesgo”, el “crimen organizado” coopera con las corporaciones “extractivistas” y manufactureras para proporcionarles mano de obra barata y trabajadores cabalmente des-regulados, muchos de ellos en condición de nuevos esclavos o semi-esclavos de facto, con hombres, mujeres, niños y niñas que los gobiernos dan por “desaparecidos”. Grupos “paramilitares” y “crimen organizado” practican la política de inmigración de los países industriales que ya no necesitan más trabajadores informales de los que tienen. Se adelantan a sus policías de migración y a sus guardias fronterizos y les ahorran el trabajo de rechazarlos o eliminarlos reduciéndolos mediante las políticas de genocidio y esclavización. Las víctimas son en parte contabilizadas y clasificadas por los propios órganos de Naciones Unidas.

27. La nueva categoría de los gobiernos privatizados hace de sus presidentes un nuevo tipo de gerentes que muestran ser buenos gobernantes por su capacidad de atraer capitales corporativos y de aplicar las políticas de “descrecimiento”, “desinformación”, “desconocimiento” y “des-educación” con que el capital corporativo dominante logra eliminar competidores en los países endeudados e impide que surjan nuevos competidores con alta capacidad tecnológica, o clases medias con jóvenes insumisos y bien preparados. La política de la ignorancia universal es aplicada con una variante principal: en los países metropolitanos y más avanzados de Europa, Estados Unidos y Canadá con una creciente privatización de las escuelas y universidades, complementada con el endeudamiento de por vida de los estudiantes pobres que quieran estudiar, y con la transmisión de una mentalidad y orientación tecnocrática y empresarial que se aplican en la docencia y la investigación. En cuanto a los países en desarrollo sujetos al Banco Central Europeo o al Banco Mundial dominado por Estados Unidos, la política de la ignorancia va desde la clausura legal de escuelas y universidades, hasta su auto-destrucción y ocupación por las fuerzas públicas. La política de la ignorancia incluye a todos los niveles de educación e investigación científica, tecnológica y humanista, entre variaciones focalizadas.

28. Los presidentes-gerentes y demás gobernantes mental y materialmente privatizados abandonan, con el apoyo de los “accionistas” y de la burocracia de los “complejos militares-políticos-empresariales y mediáticos” los antiguos proyecto de Civilización, Progreso, Desarrollo. Por supuesto abandonan también los antiguos proyectos de la democracia del pueblo con el pueblo y para el pueblo, y de justicia y libertad que en un tiempo pasado proclamaron algunos de los más importantes “founding fathers”, como Lincoln.

29. Al “adelgazamiento” del Estado para bien de la “Sociedad Civil” y de los derechos humanos, el proceso globalizador suma, en efecto, el triunfo que propuso el neoconservador Daniel Bell sobre “las obsoletas luchas ideológicas” que han sido sustituidas por unas curiosas luchas de partidos con distintos marbetes y con posiciones muy parecidas en que apoyan las contrarreformas neoliberales, o guardan silencio sobre ellas dejando que pueblos y trabajadores paguen los costos de la crisis que enriquece sin recato las arcas de los poderosos.

30. El discurso público pierde su significado práctico. El derecho, la moral, el humanismo, la democracia, el socialismo, la patria, los “derechos humanos” contienen significados y sobreentendidos retóricos, sólo emocionales para los poderosos. La crítica y la presión pierden significado: los aludidos “hacen como que no oyen”, y no oyen. Sólo queda lo que Cardoza y Aragón llamaba “el derecho de pataleo”. En la Sociedad y el Estado predomina el individualismo, con “amables mendicantes”, y a veces con agresivos “grupos de presión e interés” y con “tribus políticas” cuyos miembros se muestran deseosos de ser designados para puestos de elección popular. Estos se otorgan bajo un nuevo tipo de golpes de estado institucionales, y son fuente de múltiples negocios para quienes financian los millonarios gastos de las “elecciones populares”. En los golpes de estado institucionales, el ejército se limita a fortalecer los actos ilegales e ilegítimos una vez que son declarados perfectamente legales y legítimos por las autoridades nacionales y por los jefes de Estado del proyecto globalizador. La globalización abarca así a la “democracia occidental” y fortalece con la legitimidad diplomática y “la comunidad internacional” los nuevos golpes a la “libertad de sufragio”.

Segunda Parte. 

31. En tales condiciones se acentúa una crisis que incluye la economía, la cultura, la política, la seguridad, la sociedad, la ecología, la paz Se incrementan las cooptaciones, corrupciones y represiones no sólo individuales sino colectivas. Pierden sentido las luchas de los partidos políticos con el alineamiento de todos a la misma política globalizadora y neoliberal. La lógica del “menos malo” o del “menosmalismo”, que a menudo no carece de fundamento, se sigue aplicando en condiciones cada vez peores.

32. Al mismo tiempo las fuerzas neoliberales y globalizadoras amplían el espacio de lo no negociable y se aferran a lo no negociable. Como buenos gobernantes de la globalización muestran lo que se les exige: muestran que “saben tomar decisiones frente a los peligros”, que es “el más reciente arte de gobernar”. Enfrentan los riesgos al sostener y ampliar firmemente lo no negociable, pues “lo no negociable” corresponde a una nueva expresión de la dictadura del capital.

33 . En esta situación, los conocimientos científicos no estimulados o tácita y abiertamente prohibidos pasan a ser “conocimientos perseguidos”, como hace poco señaló, en los propios Estados Unidos, el presidente de la “Academy for the Advancement of Science”.

34 . También se perfeccionan los falsos apoyos a los movimientos sociales rebeldes con “marinnes” o soldados locales que los defienden en nombre de la libertad. Y al grito de la libertad se amplía la legalización de las políticas de privatización y depredación.

35 . Se pone en el orden de lo legal conveniente lo que antes se criminalizaba sin un derecho positivo que lo respaldara y que ahora se realiza “con todo derecho”. Así se incrementan los espacios legales de la “mano de obra” des-regulada, y la esclavización del trabajo de una mano de obra universalmente des-regulada.

36. Se aplican modelos de corrupción de electores y de rebeldes, de bases de apoyo a gobiernos y estados en resistencia. Se montan escenarios de la realidad virtual en países enteros con hombres de carne y hueso, con armas de alto calibre y con víctimas incontables de heridos, muertos, desaparecidos, despojados y esclavizados.

37. Políticas contra los trabajadores y los pueblos que antes sólo se practicaban en el “Sur” se aplican en el “Norte”, como en España, Grecia, Italia.

38. Se estimulan fobias raciales y religiosas, como las que hoy se dan contra los musulmanes y ayer se dieron contra los judíos.

39. Aumentan abiertamente los procesos de recolonización y de intervención aérea, terrestre y marítima, como en Libia. O las ocupaciones que con el pretexto de ayuda humanitaria se realizan, como en Haití.

40. Aumentan las guerras bien armadas entre el Norte y el Sur de países como en Sudán.

41 . Continúan las guerras de asedio y cerco de Rusia y China, y las que destruyen países enteros como Palestina, Irak y Siria.

42 . Aumentan las explotaciones mineras a cielo abierto.

43 . Continúan los factores antropogénicos que determinan el calentamiento global.

44 . Se extienden y profundizan las políticas de descrecimiento.

45. Se incrementa el desempleo tecnológico y el desempleo por eliminación del sector público de salud, educación, vivienda, producción y distribución de bienes y servicios de primera necesidad para la población de bajos ingresos.

46. Las políticas de “austeridad” y “ajuste presupuestal” se combinan con las de subsidios billonarios para salvar a las corporaciones y a los bancos de curiosas crisis en que obtienen inmensas ganancias.

47. Emerge nuevamente el mundo con un claro enfrentamiento entre los bloques de Oriente y Occidente.

48. Los procesos de destrucción-recuperación son sustituidos por los de destrucción de países y apropiación de energéticos y de otros recursos extractivos para los que se construye la infraestructura necesaria.

49. La extrema derecha ocupa un espacio cada vez más amplio con algunas combinaciones en que, desde la derecha, se busca “cuidar” a la clase media, como en Estados Unidos, donde el demócrata Obama se corre a la derecha con algunas concesiones sociales y el Republicano Romney reelabora esa rara especie de anglo-fascismo con democracia y sin soberanía del pueblo, en espera de ganar la próxima vez.

Tercera Parte. 

50 . En medio de esta gran crisis surgen en Nuestra América y en la propia América del Norte, fuerzas que no tienen precedente. Se advierten nuevas posibilidades, resistencias, valores y formas de lucha con énfasis en la construcción de fuerzas.

51. Tanto en las corrientes emancipadoras como en el pensamiento crítico, alternativo y revolucionario, radical y en resistencia, se da un énfasis especial a la construcción de los propios movimientos con la práctica en ellos de los valores por los que luchan. A la clásica alternativa de “Reforma o Revolución” se añade la idea-fuerza de crear “ese otro mundo posible” en las organizaciones mismas que luchan por alcanzarlo. El fenómeno se advierte desde el “26 de Julio” en la precursora Isla de Cuba, pasando por los zapatistas del Sureste Mexicano, que en más de veinte años construyen en sus territorios el ideal por el que luchan, hasta los pueblos andinos y los “Ocupa” de Wall Street. En todos los movimientos por “otro mundo posible” se busca practicar “la felicidad de unos que no implique el sacrificio de otros”, como definen los nuevos incas la utopía posible y necesaria de nuestro tiempo. En todos predominan los valores de una democracia como poder del pueblo, y como respeto a la cultura, la lengua, la raza, el sexo, la edad de los demás.

52. Al llegar a este punto parecería fundamental analizar la dialéctica de los intereses inmediatos que se encuentran con los hábitos de trabajar y luchar y con un sentido común que no fácilmente se abandona… Sólo apuntaré el problema. Es evidente que la dialéctica de los intereses inmediatos y de los hábitos de pensar y actuar vive crecientes contradicciones conforme el proceso globalizador avanza como crisis y como guerra, en que crisis y guerra adquieren características extremadamente violentas y dramáticas en la dominación y la acumulación, en el poder y el empleo, en la inseguridad, en la educación y la cultura, en la política y la sociedad, y en el agotamiento de los recursos vitales. Vivir la crisis en la crisis –como en Grecia o España—genera cambios inusitados de dolor y de furia. Unos toman la decisión de quitarse la vida, y otros la de luchar y hasta dar la vida para vencer al sistema opresor y depredador en que “la vida no es vida”, y en que con la decisión de luchar para ganar se lucha por la firmeza, por la lucidez, por la sagacidad, por la malicia y la audacia frente al enemigo, y, también por la conciencia de lo que ocurre, de sus causas y remedios; por la información y la organización y por fortalecer recuperar y extender el sentido de la lucha. Crisis, decisión y creación histórica parecen darse con más frecuencia y fortaleza en las juventudes “sin escuela, sin empleo y sin futuro” que se unen más y más entre sí y con “los de abajo y a la izquierda”, con los trabajadores des-regulados y con los excluidos, con los ciudadanos burlados, con los pueblos recolonizados y, ahora también, con los des-regulados y colonizados de las propias metrópolis.

Una crisis semejante –que por lo demás está rigurosamente documentada-- rompe la dialéctica de los intereses inmediatos y elimina el “sentido común” enajenado de quienes querían seguir luchando como antes, sólo para recuperar lo que antes obtenían como individuos, o como “grupos” o “partidos” o “sindicatos de empresa” o pequeñas congregaciones. Entre tropiezos e iluminaciones redescubren la vieja y nueva lucha por la emancipación frente a opresores y depredadores, hoy reagrupados en redes de accionistas, gerentes y consejos de corporaciones, organismos financieros y complejos empresariales-militares-políticos y mediáticos con sus redes abiertas y encubiertas de asociados, subordinados, subrogados y mafiosos, con unos como grandes, respetables y cultos señores, y otros como agentes encubiertos, criminales organizados supuestamente perseguidos y paramilitares, supuestamente campesinos, obreros y estudiantes pobres.

Tres observaciones ineludibles:

53. La inmensa mayoría de las poblaciones que se beneficiaron con las políticas del Estado Social y que hoy sufren los crecientes daños del Estado privatizado y recolonizado, neoliberal, tienen hábitos de luchar e intereses creados que los llevan a proponerse lo imposible: volver al pasado estado social, que por lo demás sólo benefició y dio derechos a una quinta parte de la población mundial, o menos. Muchos de los que se niegan a sacrificar sus intereses inmediatos y los de su familia –con razones que para nada son despreciables— muestran una gran incapacidad de reconocer que “lo no negociable” va en serio y no es un decir de las fuerzas que dominan en su país y en el mundo. No se dan cuenta que “lo no negociable” es lo que le da un carácter dictatorial a quienes dominan y mandan como grandes propietarios o como soberanos.

54 . Si la esperanza de regresar al estado socialdemócrata o al socialismo burocrático todavía subsiste en muchos, es de esperar que con la agudización imparable de la crisis, de la desregulación y el despojo, característicos de la recolonización por la fuerza inapelable de las corporaciones y complejos, dada esa agudización determinada por su creciente codicia y e imparables exigencias, los daños que van a generar en miles de millones de víctimas promoverán ese momento histórico de dolor y rabia que en las grandes crisis de civilización siempre lleva a romper, en forma exponencial, los hábitos de lucha, y a dejar de lado la lógica de los intereses inmediatos. Si esto ocurre como prevén las más rigurosas investigaciones científicas, los nuevos movimientos sociales, surgidos en la época del neoliberalismo y la globalización, y que tienen como pioneros a los pueblos indios, y entre ellos como precursor al movimiento zapatista de los pueblos mayas… es muy probable y deseable que se articulen con los nuevos movimientos populares encabezados por la juventud, que en el 2011 y 12 surgieron incluso en los países metropolitanos, y que enriquezcan con ellos el proyecto emancipador más rico en la historia de la humanidad: un proyecto de proyectos de lucha que define las palabras y los conceptos por la organización.

55 . El nuevo movimiento histórico por la emancipación y por la vida está en un proceso creador genuino de organización de la libertad, de organización del pluralismo ideológico y religioso, de organización de la justicia social y los derechos humanos de personas, trabajadores, y comunidades; por la organización de derechos que incluyan a razas, sexos, homosexuales, grupos de edad, y por la organización de una democracia y un socialismo que combinen la participación con la representación, y las relaciones horizontales con las jerárquicas, y todas para hacer que los encargados o comisionados sean efectivamente “servidores públicos” y “manden obedeciendo” las instrucciones generales deducidas de una Inter-comunicación permanente con la que se deriven y corrijan las líneas generales de lucha, de pueblos soberanos, capaces de reorganizar y recrear la historia que nace.

56 . El discurso que “junta la palabra con la cosa” es la forma más idónea para luchar contra la “realidad virtual” que oculta el futuro realmente a esperar, y hace perder el sentido de las luchas realmente existentes con antiguos y nuevos recursos del teatro político. Los conceptos de los nuevos movimientos no sólo se definen por las palabras y los símbolos sino por la organización de las prácticas correspondientes, y de los medios más idóneos para alcanzar el futuro que se quiere. Las relaciones deseadas se articulan y practican. Se cumple así ese otro objetivo de “hacer camino al andar”.

57 . Los conceptos se definen por la organización, la organización por los objetivos a alcanzar, así como por la comunicación, por la información, por los mensajes, por el sentido de los mensajes, por el saber y la experiencia en que los mensajes se basan, por la precisión, claridad y profundidad con que se trasmiten y entienden, por las medidas en que se aplican y los nuevos conocimientos que de la acción práctica o praxis se derivan, y que permiten repetir o reformular el proceso con mayores conocimientos, tomando en cuenta las variaciones históricas y geográficas concretas a que se refiere el sub-comandante Marcos en sus ensayos epistemológicos. Y en este punto me viene a la memoria esa vivencia de un caminar en el lodo de la Lacandona, en que hasta el teatro sentimos que nos conducía a la Realidad, o el que viví en 1959 en Cuba en que el discurso pedagógico conducía a la utopía que se organiza entre contradicciones.

58 . Los nuevos contingentes que se inscriban en los amplios proyectos de lucha por otro mundo posible y necesario van a enfrentar numerosas contradicciones entre las que destaca la que se da en los propios gobiernos de resistencia al neoliberalismo y a la globalización, a la privatización, los que se proponen tanto la resistencia como a la construcción de una nueva organización de la sociedad y el poder, del poder y la acumulación. En cualquiera de esos casos surgen falsas alternativas, muchas de ellas doctrinarias y de sueños pasados. Pero la única que podrá asegurar el triunfo de la lucha por la independencia y la democracia, por la justicia, por el nuevo socialismo y la maravillosa libertad es la que organiza la soberanía del pueblo y su gobierno de tal modo que tanto sus gobierno respete la soberanía de su pueblo como los otros gobiernos se vean obligados a respetar la soberanía de pueblos articulados con sus gobiernos, y de gobiernos articulados con sus pueblos, unos y otros capaces de imponer soluciones acordadas frente a las contradicciones internas. La subsistencia de Cuba en medio de la catástrofe del socialismo parlamentario y del socialismo burocrático, se debe a la inmensa organización, de espectro amplio, que comprende al Estado-Pueblo de la pequeña Isla bloqueada hace más de cincuenta años, único movimiento emancipador y creador constante y triunfante.

59 . Hoy, es cada vez mayor el dominio de las nuevas técnicas de comunicación, información y organización por los movimientos del Mundo Árabe, de Grecia y España, de Estados Unidos de Norteamérica, de los jóvenes latinoamericanos, que desde Chile hasta México, pasando por el Caribe, están iniciando la lucha digital y cibernética por otro mundo posible.

60. Y lo importante es que a las innovaciones en el conocimiento, la comunicación, y la organización se agrega una convicción creciente de que la moral es un arma fundamental de lucha para la organización de la cooperación, y de la solidaridad necesarias para construir “otro mundo posible” y para defender su construcción.

61. A más de fortalecer las estructuras de la solidaridad y la cooperación, la moral de lucha unida a la redefinición de las estructuras para la defensa del proyecto alternativo llenará un vacío muy descuidado por los “moralistas”. Frente al ataque de complejos y corporaciones con “la represión y la corrupción”, con “el garrote y la zanahoria”, o “el palo y la voz dulce”, los creadores de la nueva historia no sólo se plantearán siempre la lucha por la seguridad sino la lucha contra la “caridad de guerra” llamada “acción cívica” o “humanitaria” y contra la falsas empatías de quienes dicen luchar con los pueblos cuando en realidad luchan contra ellos. El “soy pobre pero honrado”, y el “prefiero morir luchando que vivir de rodillas” se resumen en el elogio de la dignidad que cultivan los pueblos indios.

62. Las ciencias sociales y quienes las combinan con el saber de los pueblos pueden asumir los grandes retos que plantea la historia, y cada quien lo hará “según sus capacidades y posibilidades”. Unos podrán adentrase en la política pedagógica y dialogal, y de vanguardias que construyen vanguardias, que a su vez construyan otras vanguardias, y mantengan un esfuerzo incesante por construirse y educarse a sí mismos. Harán de la pedagogía política, enriquecida por Frei y por Fidel, el arte de enseñar a los pueblos a tomar decisiones en que tómese la decisión que se tome hay riesgos a asumir o consecuencias que soportar, y en que a sabiendas, los pueblos y los pobres piensan y deciden. A la política pedagógica es impostergable añadir ese nuevo tipo de investigación en ciencias sociales que toma muy en cuenta el saber de los pueblos, y que investiga con los pueblos y los trabajadores, con ellos y entre ellos.

63 . En cualquier caso, todos, como especialistas en ciencias sociales no sólo tenemos que impulsar el conocimiento emocional y racional que aumenta la fuerza de las voluntades emancipadoras. Tenemos que organizarnos para elaborar un informe riguroso, confiable y válido, sobre los peligros de destrucción del mundo, a que inevitablemente vamos, de seguir predominando el proyecto depredador y re-colonizador actual del capital corporativo, que entre los riesgos que exige asumir a sus gobernantes ha presionado una y otra vez por imponer los que provocan el calentamiento global, la destrucción del medio ambiente y las probabilidades de una guerra de destrucción mutua, que si les sirve para aterrorizar es también parte de un juego dictatorial irresponsable. Demostrar con el máximo rigor y la más confiable y válida información la naturaleza de estos peligros, y plantear un camino de transición a un mundo post-capitalista puede parecer una ilusión. En realidad constituirá una aportación a la vida humana y a la libertad.

Pablo González Casanova

miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿Los notables de MORENA?

Hace un par de días, MORENA (acrónimo de Movimiento de Regeneración Nacional), celebró su primer congreso y se eligieron a su consejo nacional.

Para darnos una idea de hacia dónde se dirige y qué busca este movimiento, mal llamado de izquierda (insistimos, la izquierda no debería buscar el Poder y debe de proclamarse anticapitalista y antisistema, cosa que no ha hecho el morena), conozcamos un poco de algunos de los "notables" que, hoy, son consejeros del próximo partido político.


  • Bernardo Bátiz. Expanista y cuatro veces legislador por el PRD. Durante el gobierno de AMLO en el DF, fue nombrado procurador de justicia desde donde encubrió a los responsables de los asesinatos de Digna Ochoa y de Pável González. La procuración de justicia de Bátiz no sólo fue torpe e ineficaz,  también fue deshonesta y ruin. Para fortalecer la idea del suicidio, él y sus colaboradores, se dedicaron a enlodar y destrozar la reputación de Digna y Pável.
  • Laura Itzel Castillo. En diciembre de 2009, el proyecto editorial El Periódico, diario "desde la izquierda", lanzado por Laura Itzel, Alejandro Encinas y Ramón Alfonso Sallard López (director y pareja sentimental de Castillo), cerró y dejó a sus trabajadores con un palmo de narices y una promesa de pago (por casi un año de no recibir salarios). Los trabajadores poco a poco han ido recuperando su vida como han podido. Las demandas que metieron, ni siquiera incluye salarios caídos, ni las prestaciones que por derecho les corresponden, sólo piden que se les pague lo que ya trabajaron. Laura Itzel Castillo no se dignó a reunirse con ellos, pero eso sí, habla de la libertad de expresión y de las agresiones a los periodistas. ¿Con qué autoridad? No sabemos, pero así tranza la "izquierda".
  • Layda Sansores. Expriista. Bueno, de ella ya todo mundo conoce su frase celebre: "Sí estaba jugando, pero seguía la sesión", mientras el futuro de los trabajadores pendía de un hilo ante la inminente aprobación de la Reforma Laboral. ¿Sorprende? No, ella es parte de los plurinominales, ella es parte de esa tiranía de los inútiles.
  • Alejandro Encinas. No sólo es cómplice del fraude a los trabajadores de El Periódico, sino que es quien negoció el conflicto poselectoral de 2006, es decir, fue quien traicionó a los del campamento de Reforma. También fue, durante el conflicto en Copala, Oax., quien se negó a que los autobuses entraran al municipio autónomo para dejar la ayuda humanitaria.
  • Pablo Moctezuma Barragán. Hermano de Esteban Guajardo Moctezuma Barragán, el que ayer fue empleado de Ernesto Zedillo y que ordenó el asesinato del CCRI-CG del EZLN, y hoy empleado de Elektra (vendedor estrella del gobierno del estado de Puebla, pues les surte las peores computadoras para los niños de las sierras negra, norte y mixteca).
  • Jesusa Rodriguez. Durante la campaña de AMLO en 2006, Rodríguez dirigió una carta al Subcomandante Marcos preguntando que qué se ganaba con desprestigiar al excandidato. El tiempo dio la razón a los zapatistas y Jesusa jamás volvió a mencionarlos. Ni siquiera mandó una carta a Sabines de que qué se ganaba con despojar, encarcelar, torturar y asesinar zapatistas ¿Será que por qué Sabines es de "izquierda" y los zapatistas se lo merecían por no votar? Silencio cómplice de Jesusa.
Y bueno, hay más "notables". Pero no se preocupe usted, para eso estamos, para desenmascararlos y refregarles en el hocico todas sus cochinadas.

El Francotirador.
@el_jolmash
Uno más en el Colectivo El Lado Izquierdo del Sol/Radio Chimia.
Mixteca Poblana.

martes, 20 de noviembre de 2012

La última catástrofe en Gaza

El doble rasero mediático de Occidente con respecto a la nueva y trágica escalada de violencia israelí dirigida contra Gaza se resumieron en un titular de una parcialidad absurda en la primera plana del New York Times: “Los cohetes atacan Jerusalén; Israel se prepara para invasión de Gaza”, (NYT, 15 de noviembre de 2012). Algo descodificado, el mensaje es el siguiente: Hamás es el agresor, y si Israel lanza un ataque terrestre contra Gaza tiene que contar con más ataques de cohetes. Es una paráfrasis sorprendentemente orwelliana de la realidad.

La verdadera situación es, por supuesto, todo lo contrario: Es decir que se puede asumir que la población indefensa de Gaza esté terriblemente temerosa de un inminente ataque general israelí, aunque también es verdad, sin minimizar la realidad de una amenaza, que algunos cohetes lanzados desde Gaza cayeron sin causar daños (aunque hay que admitir las implicaciones amenazantes) en los alrededores de Jerusalén y Tel Aviv. Hay una desproporción brutal en la capacidad de infligir daños y sufrimientos entre ambos contendientes debido a la total dominación militar israelí, lo que convierte en una perversidad esa inversión de la preocupación por lo que podría ocurrir a la sociedad israelí si se intensifica el ataque a Gaza.

La confianza de Hamás y de las diversas milicias de Gaza en los cohetes indiscriminados, aunque sean totalmente imprecisos y generalmente innocuos, es una violación criminal del derecho humanitario internacional, pero la baja cantidad de víctimas y el ínfimo daño causado tienen que evaluarse en el contexto general de la violencia masiva infligida a los palestinos. La percepción generalizada no occidental del nuevo ciclo de violencia que involucra a Gaza es que parece una repetición de la agresión israelí a Gaza a finales de 2008, principios de 2009, que ocurrió de la misma manera entre el final de elecciones presidenciales estadounidenses y las elecciones parlamentarias programadas en Israel.

Buscando culpables

Existe la discusión usual con respecto a quién es responsable del acto inicial de este nuevo despliegue de violencia. ¿Han sido los disparos desde Gaza a través de la frontera contra un jeep blindado israelí o fue el asesinato selectivo de Ahmed Yabari, el líder del ala militar de Hamás, con un misil israelí unos días después? ¿O algún otro acto de un lado u otro? ¿O es la violencia incesante contra el pueblo de Gaza originada por el bloqueo impuesto desde mediados de 2007?

El asesinato de Yabari tuvo lugar unos días después de la negociación, gracias a los buenos oficios de Egipto, de una tregua informal y acordada, qué ironía, precisamente por Yabari, que actuaba por cuenta de Hamás. Matarlo tenía el evidente propósito de realizar una importante provocación, trastornando un esfuerzo cuidadosamente negociado de evitar otra secuencia de “ojo por ojo, diente por diente” de violencia del tipo que ha tenido lugar periódicamente durante los últimos años.

El asesinato de un personaje político palestino de tan alto perfil como Yabari no es un acto espontáneo. Se basa en una vigilancia detallada durante un largo período, y obviamente se planifica con la suficiente antelación con la esperanza de evitar daños colaterales y por lo tanto limitar la publicidad desfavorable. Un asesinato extrajudicial semejante, aunque es parte integrante de la nueva cultura estadounidense de la guerra de drones, sigue siendo una táctica de conflicto ilegal que niega a los dirigentes políticos del adversario, separados del combate, cualquier oportunidad de defenderse de las acusaciones e implica el rechazo de cualquier búsqueda de una solución pacífica a un conflicto político. Equivale a la imposición de la pena capital sin el debido proceso, una negación de los derechos elementales de un acusado.

Dejando de lado las sutilezas legales, la dirigencia israelí sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando rompió la tregua y asesinó a un dirigente tan destacado de Hamás, considerado el más importante después del primer ministro de Gaza, Ismail Haniya. Ha habido rumores y amenazas veladas durante meses de que el gobierno de Netanyahu planificaba un importante ataque a Gaza, y la oportunidad de los actuales ataques parece coincidir con la dinámica de la política interna israelí, especialmente la práctica tradicional de Israel de reforzar la imagen dura de la dirigencia de Tel Aviv como medio para inducir a los ciudadanos israelíes a sentirse temerosos, pero protegidos, antes de depositar sus votos.

Sitiados

Por debajo de la horrible violencia, que pone al descubierto la extrema vulnerabilidad de las personas que viven cautivas en Gaza, una de las comunidades más abarrotadas y empobrecidas del planeta, hay una horrenda estructura de abuso humano a la que la comunidad internacional sigue volviendo la espalda, mientras predica en otros sitios la adherencia a la norma de “responsabilidad de proteger” cada vez que conviene a la OTAN. Más de la mitad de los 1,6 millones de habitantes de Gaza son refugiados que viven en un área total solo el doble del tamaño de la ciudad de Washington, DC. La población sufre un bloqueo punitivo desde mediados de 2007 que hace intolerable la vida diaria, y Gaza ha estado duramente ocupada desde 1967.

Israel ha tratado de engañar al mundo presentando su narrativa de retirada de buena fe de Gaza en 2005, que fue explotada por militantes palestinos en aquel entonces como una oportunidad de lanzar mortíferos ataques con cohetes. La contra-narrativa, aceptada por la mayoría de los observadores independientes, es que la retirada israelí de tropas y colonias fue poco más que un simple redespliegue a las fronteras de Gaza, con absoluto control sobre lo que entra y lo que sale, manteniendo una temporada de caza para matar a su gusto, sin tener que rendir cuentas y sin consecuencias adversas y respaldada sin cuestionamiento por el gobierno de EE.UU.

Desde el punto de vista del derecho internacional, la supuesta “desconexión” de Gaza de Israel no puso fin a su responsabilidad como Potencia Ocupante según las Convenciones de Ginebra, y por lo tanto su plan maestro de someter a toda la población de Gaza a severas formas de castigo colectivo corresponde a un continuo crimen contra la humanidad, así como a una flagrante violación del Artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra. No es sorprendente que tantos que han observado de cerca el sufrimiento de Gaza la hayan descrito como “la mayor prisión al aire libre del mundo”.

El gobierno de Netanyahu mantiene una política que se comprende mejor desde la perspectiva del colonialismo mediante asentamientos. Lo que distingue el colonialismo de asentamientos de otras formas de colonialismo es la decisión de los colonialistas de no solo explotar y dominar, sino de apropiarse de las tierras y superponer su propia cultura a la de la población indígena. Al respecto, Israel se aprovecha de la división entre Hamás y Fatah y trata de inducir a los palestinos oprimidos a renunciar a su identidad junto con su lucha de resistencia llegando incluso a exigir a los palestinos en Israel que juren lealtad a Israel como “Estado judío”.

En realidad, a diferencia de Cisjordania y Jerusalén Este, Israel no tiene ambiciones territoriales a largo plazo en Gaza. La solución israelí a corto plazo para su denominado “problema demográfico” (es decir, sus preocupaciones por el aumento de la población de palestinos con respecto a los judíos) podría facilitarse considerablemente si Egipto absorbiera Gaza o si Gaza se convirtiera en una entidad permanentemente separada, siempre que pudiera desmilitarizarse de un modo fiable. Lo que hace que Gaza sea actualmente útil para los israelíes es su capacidad de manejar el nivel de violencia, tanto como distracción de otras preocupaciones (por ejemplo ceder en relación con Irán; la expansión acelerada de las colonias) y como un medio de convencer a su propio pueblo de que siguen existiendo enemigos peligrosos a los que hay que enfrentarse con el puño de hierro del militarismo israelí.

Ninguna paz 

En el trasfondo, pero no muy lejos del entendimiento de los observadores, existen dos asuntos estrechamente relacionados. El primero es el grado de inviabilidad al que ha llevado la continua expansión de las colonias israelíes la creación de un Estado palestino por medio de negociaciones directas. El segundo, subrayado por la reciente fusión de las Fuerzas de Netanyahu y Lieberman, es la medida en que el proceso de gobierno israelí ha adoptado indirecta e irreversiblemente la visión de un Gran Israel que incluye todo Jerusalén y la mayor parte de Cisjordania.

El hecho de que los dirigentes occidentales sigan repitiendo el mantra de la paz mediante negociaciones directas es una expresión de la más burda incompetencia o de total mala fe. Washington y los demás que piden la reanudación de negociaciones directas nos deben a todos, por lo menos, una explicación de cómo se puede establecer un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, cuando significa el desplazamiento de la mayoría de los 600.000 colonos armados que actualmente son defendidos por el ejército israelí y están presentes en toda Palestina ocupada. Una explicación semejante también tendría qué mostrar por qué se permite que Israel legalice silenciosamente las casi 100 colonias “avanzadas” esparcidas por Cisjordania que antes eran ilegales, incluso según la ley israelí. Semejantes acciones hacia la legalización merecen la urgente atención de todos los que siguen proclamando su fe en una solución de dos Estados, pero se ignoran.

Lo que nos hace volver a Gaza y Hamás. Los máximos dirigentes de Hamás han dejado muy claro una y otra vez que están abiertos a una paz permanente con Israel si este se retira totalmente a las fronteras de 1967 (22% de Palestina histórica) y este acuerdo está apoyado por un referendo de todos los palestinos que viven bajo la ocupación.

Israel, con el respaldo de Washington, adopta la posición de que Hamás es “una organización terrorista” a la que se debe excluir siempre de los procedimientos diplomáticos, excepto, por supuesto, cuando la negociación sirve los propósitos de Israel. Lo hizo en 2011 cuando negoció el intercambio de prisioneros en el que varios centenares de palestinos fueron liberados de las prisiones israelíes a cambio del soldado israelí Gilad Shalit, o cuando parece conveniente aprovechar la mediación egipcia para obtener un alto el fuego temporal.

Como nos recuerda el celebrado activista israelí por la paz, y exmiembro de la Knéset, Uri Avnery, un alto el fuego en la cultura árabe, hudna en árabe, se considera que está santificado por Alá y se ha utilizado y respetado desde la época de las Cruzadas. Avnery también informa de que hasta que lo asesinaron Yabari estuvo en contacto con Gershon Baskin, de Israel, explorando las posibilidades de un alto el fuego a largo plazo, de lo que informaron a los dirigentes israelíes que, como era de esperar, no mostraron ningún interés. 

Esperando justicia

Hay otro hecho en esta renovación del conflicto que involucra ataques a Gaza. Israel insiste a veces en que ya que no es, según sus afirmaciones, un poder ocupante, sino que se encuentra en un estado de guerra con Gaza gobernada por Hamás. Pero si esto se considerase la descripción legal adecuada de la relación entre los dos países, Gaza tendría los derechos de un combatiente, incluida la opción de utilizar fuerza proporcionada contra los objetivos militares israelíes. Como argumenté antes, una descripción legal semejante de la relación entre Israel y Gaza es inaceptable. Gaza sigue estando ocupada y esencialmente indefensa e Israel como ocupante no tiene derecho legal o ético de ir a la guerra contra el pueblo y el gobierno democrático de Gaza procedente de unas elecciones libres, bajo control internacional, a principios de 2006.

Al contrario, su obligación decisiva como ocupante es proteger a la población civil de Gaza. Incluso si la cantidad de víctimas de la violencia actual, hasta ahora, es baja en comparación con la Operación Plomo Fundido, la intensidad de los ataques aéreos y marítimos contra el indefenso pueblo de Gaza, provoca terror en los corazones y las mentes de todas las personas que viven en la Franja, una forma de violencia indiscriminada contra el espíritu y la salud mental de todo un pueblo que no puede medirse en sangre y carne, sino refiriéndose al miedo traumatizante que han generado.

Oímos muchas afirmaciones en Occidente en cuanto a una supuesta disminución de la guerra internacional desde el colapso de la Unión Soviética hace veinte años. Semejantes afirmaciones son en cierta medida bienvenidas, pero la gente en Medio Oriente aún no se ha beneficiado de esta tendencia, menos que nadie el pueblo de Palestina Ocupada, y especialmente el pueblo de Gaza que sufre del modo más agudo. Este espectáculo de una guerra unilateral en la que Israel decide cuánta violencia desencadenar, y Gaza espera sus ataques disparando salvas de cohetes insignificantes desde el punto de vista militar como gesto de resistencia, es una violación vergonzosa de los valores de la civilización. Esos cohetes propagan el miedo y causan trauma entre los civiles israelíes incluso cuando no alcanzan objetivos y representan una táctica inaceptable. Pero esa inaceptabilidad tiene que verse en el contexto de las tácticas inaceptables de un Israel que tiene todo en su mano en el conflicto.

Es muy alarmante que ahora incluso ciudad más sagrada esté amenazada por los ataques, pero la permanencia de las condiciones de opresión del pueblo de Gaza, llevan inevitablemente a niveles crecientes de frustración, gritos de auxilio que el mundo ignora desde hace décadas. ¡Son gritos pidiendo ayuda! ¡Darse cuenta no es exagerar! Para obtener una perspectiva basta con leer un reciente Informe de la ONU que concluye que el deterioro de los servicios y las condiciones hará que Gaza sea inhabitable en el año 2020.

Totalmente aparte de los méritos de los motivos de queja de los dos lados, un lado es omnipotente en lo militar y el otro se agazapa atemorizado sin posibilidad de defensa. Una realidad tan grotesca pasa desapercibida para la conciencia del mundo debido al escudo geopolítico detrás del cual Israel recibe luz verde para hacer lo que le dé la gana. Una circunstancia semejante es moralmente insoportable y debería ser inaceptable políticamente. Toda persona, gobierno, e institución de buena voluntad tiene que oponerse activamente en todo el globo.

© 2012 Al-Jazeera

Richard Falk
Profesor Emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton y Distinguido Profesor Visitante de Estudios Globales e Internacionales en la Universidad de California, Santa Bárbara. Es autor y editor de numerosas publicaciones a lo largo de cinco décadas, y recientemente editor de “El Derecho Internacional y el Tercer Mundo: reformulando la Justicia” (Routledge, 2008). Aunque desde 2009 es Relator Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Palestina, el gobierno de Israel no le ha permitido entrar a los Territorios Palestinos Ocupados. Twitter: @rfalk13

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Monsanto y su seudociencia contra el pensamiento autónomo

Una de las tesis más equivocadas acerca del quehacer científico y, sin embargo, más legitimadas, es la que afirma que cualquier investigación será auténticamente científica en la medida en que el sujeto cognoscente esté menos prejuiciado y aborde su objeto o sistema de estudio de la manera más fría y desapasionada. A ello se le ha dado en llamar objetividad. Es uno de los ideales más sólidos del pensamiento positivista.

Sin embargo, el desarrollo mismo de la ciencia y su práctica cotidiana han mostrado la imposibilidad de alcanzar tal estado de frialdad o de "pureza mental" del investigador. Éste (o ésta) siempre se encontrará bajo la influencia de teorías previas, prejuicios, pasiones y preferencias e intereses personales o colectivos, muchas veces no racionales, que desempeñan en conjunto un papel preponderante en el quehacer científico. Ello no lleva a concluir que esos elementos tengan siempre un papel obstaculizante de desarrollo de la ciencia; de hecho pueden llegar a ser fuente de inspiración y creatividad.

Ahora bien, para que la ciencia desarrolle al máximo sus capacidades teórico prácticas debe garantizarse la autonomía del pensamiento de los sujetos o comunidades que la elaboran. Con esto quiero decir no la eliminación de pasiones, preferencias o incluso prejuicios, sino un ambiente propicio para la reflexión, la creatividad, el libre diseño de las investigaciones y el reporte de los resultados: un ambiente adecuado para el establecimiento de los debates.

Una ciencia sujeta de entrada a los poderes económico-políticos opresivos y/o a grupos minoritarios que se valgan de la ciencia y la tecnología para perpetuarse en el poder, como fin en sí, no sólo no podrá desarrollar sus potencialidades, sino que inevitablemente se convertirá en ideología e imposición autoritaria. 

Esto último es lo que encontramos en la biotecnología, que nace y se desarrolla como un campo de conocimiento ligado a los intereses del capital transnacional, cuando no preso de, e inmerso en ellos. Cuando la investigación científica y sus resultados se encuentran cooptados por los intereses particulares de empresas privadas, tales como las biotecnológicas (Monsanto, Syngenta, Du Pont, etcétera), la investigación científica no puede desarrollarse libremente, su margen de duda no puede expresarse, no puede haber espacio para el ejercicio de la crítica ni de la autocrítica. La objetividad está perdida.

¿Por qué? Para responder esta pregunta es necesario comprender que el único vínculo que el capitalismo tiene con la sociedad es el mercado. Éste se constituye en la única realidad comprensible para este sistema y para sus empresas. La biotecnología muestra fehacientemente esto en vista de su subordinación y aun su integración a los fabricantes y comercializadoras de organismos genéticamente modificados. Su único margen de acción es el vinculado a la contabilidad de tales compañías, referido sólo a sus ganancias y pérdidas, una forma de pensamiento en la que las investigaciones y sus resultados están de antemano forzados a corresponder a los intereses monetarios de las empresas, no al mejoramiento de la condición humana; un quehacer cotidiano que exhibe un desprecio profundo por las consecuencias de la comercialización de alimentos transgénicos sobre la salud y el ambiente.

Por ello, cuando algún grupo de investigadores, independientes de las empresas biotecnológicas (como el encabezado por Gilles-Eric Seralini, en Francia), reporta un hallazgo que muestra que en ciertas condiciones los alimentos transgénicos pueden dañar la salud y la vida de los que los consumen, se pone en marcha toda una campaña irracional de oposición a tales resultados; campaña caracterizada por la arrogancia, por la ausencia de espíritu analítico y crítico, sin lugar para la duda ni para la precaución, que incluye hasta el hostigamiento y la amenaza a los autores de esos hallazgos. Por ello, porque prioriza los intereses de las empresas fabricantes de alimentos transgénicos por encima de todo principio ético y por no dejar margen para la duda y la confrontación de puntos de vista, la ciencia de la Monsanto, la Syngenta, la Du Pont, deviene seudociencia y dogma.

Frente al creciente peso que en la ciencia mundial tienen las empresas privadas y para evitar que la ciencia (y la humanidad) siga siendo rehén de éstas, es imprescindible el desarrollo de una ciencia independiente, crítica, que excluya compromisos con el capital privado, para orientarse a los intereses del 99 por ciento de la sociedad. Esto incluye el rescate de los principios éticos y la aplicación del principio precautorio en la comercialización de los alimentos transgénicos.

Julio Muñoz Rubio

lunes, 12 de noviembre de 2012

Milagros

El cuarto estaba fresco. Entró con cuidado, casi arrastrando los pies. No quería hacer ruido para no distraer el letargo de esos cuerpos arrinconados en ese aposento viejo. Lugar lleno de siluetas que pagaban penitencias, con ojos inmóviles, tristes, avejentados y picados por las polillas que nada perdonan. Estatuas con vestimentas que alguna vez fueron elegantes. Empolvadas, viejas, modelos de otros tiempos. Túnicas de colores pálidos, morados y negros, mantos fúnebres. Juana sintió temor. Aunque después pensó que cómo iba a ser posible tener miedo en un lugar supuestamente sagrado. “Quiero que vayas y que dejes bien limpio el cuarto que está atrás del gallinero. Hace ya tiempo que no se les friega su rincón a esos santos viejos. Saca esas flores secas que ya han de oler a podrido. Ventila el cuarto. Desempólvalos con cuidado no se te vayan a deshacer en las manos. Ya están muy cansados. No les vayas a sacar los ojos como lo hacía la difunta Altagracia. Se los robaba para que sus nietos jugaran con ellos. Bueno, tú sabes lo que tienes que hacer. Sólo hazlo bien”, le había dicho el padre Crecencio por la mañana antes de dar inicio a la homilía de ese domingo de principios de cuaresma.

El cuarto era grande, de paredes de adobe grueso cubiertas con revoltura de cal y arena. Era lo suficientemente fresco para esos días ardientes. El techo de carrizo tejido estaba sostenido por gruesas vigas que habían sido bajadas del cerro cercano a espalda de indio. Encima del tejido descansaban las tejas viejas, las que servían de refugio a las ratas sobrevivientes al veneno que les colocaba el sacristán de la iglesia. Éstas, como si tomaran venganza, roían todo lo que hallaban a su alrededor, incluyendo a los santos almacenados en esa habitación fantasmal. “Éstos ya se cansaron de hacer milagros. Ya no son los preferidos de los feligreses y estorbaban en el templo, por eso los encerré aquí,” le había dicho el padre un día al presidente municipal cuando había llegado a preguntarle porque los santos en el templo estaban disminuyendo. “Pensé que se habían ido al cielo, padre, o que a lo mejor usted estaba planeando una aparición de ellos allá en el cerrito de la Santa Cruz, para sacarle más limosnas a la gente”, le dijo el presidente que para nada simpatizaba con los hombres de sotanas. “La gente ya no es tan pendeja, presidente, desde que empezaron con su alboroto allá en Morelos, ustedes, los indios ya no se engañan tan fácil. Ya ve, usted, ni siquiera se para por la iglesia. Solamente llega cuando viene a reclamarme algo. Como hoy”, remató el sacerdote.

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Había solamente una ventana en el cuarto, estaba cubierta por una gran cortina morada que era ocupada en los días de la semana santa para decorar la nave principal del templo. La luz casi no entraba. Desde que empezó a trabajar en la iglesia, a Juana siempre le había dado temor asomarse a ese cuarto abandonado. De eso hacía más o menos tres meses.

Había llegado de un pobladito perteneciente al distrito de Miahuatlán, metido allá arriba, en el corazón de la Sierra Madre del Sur. Había dejado su lugar de origen con su madre debido a los alborotos de la Revolución. Eran días de violencia y abusos cometidos sin razón la mayoría de veces. Eran tiempos turbulentos en la mayor parte del país.

Para mujeres jóvenes como ella, la vida era aun más riesgosa. Los federales habían tomado los alrededores y entraban a los pueblitos buscando a los serranos, grupos armados que apoyaban al general Zapata. Su padre se había marchado con uno de esos grupos, y hacía tiempo que no se sabía de sus haberes. Una mañana, su madre Francisca le dijo que se irían, porque en el pueblo no había futuro para ellas. Porque la mamá Clara ya estaba muy de edad, y porque a sus diecisiete ella era un bocado que se le antojaba a los pelones, o cualquier hombre en brama que se aparecía por esos lugares. Juana no sabía qué decir, haría lo que esas dos mujeres le dijeran que era bueno para todos. Ya mamá Clara había predicho porque lo había visto en una de sus tantas visiones, que les iría bien, que ya la bola casi estaba por parar y que en el valle se establecerían para siempre. Tendrían de qué vivir, echarían raíces y que ella, quien se jactaba de haber vivido otras vidas, ahí si encontraría un lugar para descansar en paz por los siglos de los siglos. Juana pensaba que por la edad su abuela se estaba poniendo chiflada.

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Juana empezó a limpiar. Roció el piso de ladrillos antes de empezar a barrer. Sentía sobre sus hombros la mirada perdida de las imágenes. De reojo ella los miraba y se dio cuenta que algunas de las estatuas no tenían algún miembro, otras estaban tuertas y con los pelos chamuscados o cayéndose a gajos de sus cabezas descalabradas. Se sonrió y pensó que no debería tener miedo. A pesar de todo, esos bultos que tenían cara de sufrimiento, dolor y misericordia algunos eran o habían sido buenos en algún tiempo. Respiró y se tranquilizó, pues nada podía pasarle en un lugar tan sagrado. Había empezado a trabajar en la parroquia de Esquipulas como al mes de que habían decidido bajarse de la sierra. El padre Crecencio la escogió de entre tres que querían el trabajo después de la muerte de la última criada.

El pueblo al que habían llegado Juana, su madre y la vieja Clara tenía dos nombres. Uno dado por los frailes que llegaron escapándose de la quema de su parroquia en alguna parte del país hacia ya más de cien años. Habían traído con ellos a un Cristo negro. Se plantaron ahí en el caserío al que más tarde le dieron el nombre de Esquipulas, porque así se llamaba el santo crucificado que les había hecho el milagro de llevarlos hasta un lugar seguro. El otro nombre del pueblo, era el que los zapotecos le habían dado desde siglos antes de la llegada de los conquistadores. Tiltutlelitl, lugar por el que corre la sangre se llamaba en esa rica lengua. Y así se le conocía entre los indígenas.

Sin embargo, se desconocía ya a estas fechas el origen del nombre. La colonización había borrado casi todos los vestigios de una civilización que en sus tiempos de apogeos había sido dominante de sus entornos. Rica en lenguaje, en arte, en arquitectura y dueña de una religión politeísta. Tal vez se llamaba así debido a los cientos de sacrificios humanos que los antiguos pobladores llevaron a cabo en el despeñadero del cerro de la Xeguapitla que vigila a los lugareños con ese ojo de bestia soñolienta que parece formar la barranca de roca roja en uno de sus costados. Desde ahí corrió tanta sangre hacia el valle, de acuerdo a los retazos de historia tomados de las pláticas de los viejos que se las heredaron de una generación a otra. Y de ahí pueda que venga ese nombre.

En esos tiempos cuando Juana llego con su mamá y su abuela, el pueblo tenía sólo una calle principal. Había alrededor de quinientos habitantes desperdigados en casas de carrizos, techados con zacate de caña. Los más pudientes, descendientes de los españoles que se habían quedado en el área, vivían en casas de adobes con corredores amplios, patios enormes y portones altos de madera que se mantenían cerrados casi siempre. Los ricos, se autonombraban. Cuatro familias que eran dueñas de casi todas las tierras fértiles, de los palenques de mezcal, de los magueyales para pulque, de los peones, de la iglesia y hasta de la voluntad del sacerdote en turno. Ellos decidían el destino de los que ahí vivían. A la buena, o a la mala cuando era necesario.

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Juana escucho el silbar de esa tonadilla que conocía de memoria. Era la misma cancioncita de siempre. “Es de una cantante de allá de mi tierra, Galicia”, le había dicho a Juana la primera vez que la silbó enfrente de ella. “Me hace recordar mi patria, mi lugar de donde vine hasta aquí, este infiernillo lleno de ustedes. Me mandaron a salvar vuestras almas, indios, hijos de la virgen morena”.

La puerta rechinó. Juana volvió la cabeza y miro cómo el sacerdote entraba en el cuarto, y detrás de él entrecerraba una de las hojas de madera. El padre miró a su alrededor. Se detuvo por un momento y tomó con suavidad la mano vieja de uno de los santos prisioneros. Después se santiguó enfrente del más estropeado, parecía el de más jerarquía en ese panteón de altísimos caídos en desgracia. Avanzó lentamente hacia ella y en vez de seguir silbando, empezó a tararear la melodía. Se aproximó a Juana. Más cerca y más cerca. De repente, dejó de cantar. Miró a la muchacha de pies a cabeza. “No tengáis miedo, aquí no pasa nada, lo que sucede en este mundo lleno de mortales, es solamente voluntad de Nuestro Señor que está ahí en el cielo”, murmuró, señalando con los ojos hacia el infinito que terminaba al topar con ese techo viejo sostenido por vigas apolilladas y refugio de ratas desesperadas. Fue en ese instante cuando empezó a orar en la misma lengua que lo hacía en las misas.

Pater Noster, qui es in caelis, 
sanctificétur nomen Tuum, 
adveniat Regnum Tuum,
fiat volúntas tua, 
sicut in caelo et in terra.

Al escucharlo, Juana se santiguó. Lo hacía porque así se hacía cuando desde su púlpito él empezaba ese rezo en esa lengua ajena. Mientras recitaba sus palabras, el ciervo del único dios le pegó su cuerpo por atrás y posó sus manos sobre los hombros de ella. Carmen sintió que los murmullos le entraban muy adentro de los oídos. Retumbaban. Sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo y no pensaba claro acerca de las intenciones del cura. El continúo recorriéndola con sus manos hasta llegar a los senos. Rezaba.

Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie, 
et dimitte nobis débita nostra, 
sicut et nos dimittímus debitóribus nostris 

Le desabotonó la blusa y dejó los pechos al aire. Los atrapó entre sus manos pálidas y peludas. Los sintió firmes, tibios, pequeños. Los acarició hasta lograr que los jóvenes pezones color de tierra se erizaran. La empezó a besar por el cuello. Inmóvil, Juana sentía un ardor inexplicable y un miedo combinado con asco que le recorría el cuerpo. El padre sintió como el miembro viejo debajo de la sotana se despertaba poco a poco mientras le quitaba la blusa a su inocente presa. Ella no ponía resistencia, no sabía qué hacer, si salir corriendo o sólo esperar. Se quedó ahí, paralizada. Sintió cómo las manos del viejo de mirada color de cielo la tocaban debajo de la falda, le bajaban el calzón, y le separaban las piernas. Él, balbuceando y jadeando la recorría torpemente. Se detuvo al sentir el vello púbico concibiendo una emoción que le hizo tambalearse. Entonces, sin poner resistencia, Juana, se dejó recostar en una poltrona empolvada. El sacerdote le quitó la falda de un tirón.

Ahí estaba, a su merced como la habrían estado quien sabe cuántas más almas ingenuas en el pasado. Semidesnuda. Muda. Con temor a lo desconocido o a dios encarnado en ese hombre que olía a flores podridas por tantos días de no asearse. Ahí estaba, postrada, con los ojos puestos en los ojos de la estatua de esa virgen vieja que le había quedado en frente. La miró. Tenía un crío en los brazos. La percibió triste y con la mirada perpleja, como temiendo que de pronto alguien vendría a arrebatarle su tesoro, lo que más quería en su vida de santa, su hijo. Juana sudaba mientras el padre le tocaba todos los rincones de su cuerpo joven.

Estaba completamente abierta de piernas a merced de lo que viniera. Escuchó como el hombre, animal viejo, en celo, terminaba su plegaria.

et ne nos indúcas in tentationem, 
sed libera nos a malo.
Amén.

Se levantó la sotana y se desabrochó el pantalón con manos temblorosas. Sacó su miembro. Ella cerró los ojos esperando a que él la penetrara. Porque a esas alturas ya bien sabía que en eso terminaría todo ese ritual embarrado de plegarias que le habían taladrado los oídos y aturdido la memoria. Juana sólo esperaba. Nada pasaba. Había un silencio de tumba.

De pronto, el viejo cayó en la cuenta que su miembro se había caído. Con dificultad se inclinó a mirarlo, triste, flácido, marchito como una flor de muerto abandonada a su suerte en una sepultura. Se sintió inútil. Viejo. Avergonzado. Se lo agarró queriendo reanimarlo. Imposible, el tiempo no perdona y llega el día en que el mismo cuerpo empieza a cobrar deudas antiguas. Se le había caído ahí mismo enfrente de todos esos santos que él mismo había mandado al purgatorio por viejos e inservibles.

Aun así, se metió en medio de las piernas de la virgen esperando a que ocurriera un milagro. Lo colocó listo para que de un momento a otro y por obra del espíritu santo se alzara victorioso. Le pidió en su lengua de santo un último milagro a esa corte de benditos y vírgenes abandonados. Se quedo ahí inmóvil, sudando, jadeando. Balbuceando frases incoherentes. Empezó a sudar y fue ahí cuando Juana le acarició la cabeza blanca con lástima y lentamente lo apartó de su cuerpo. Lo sacó de entre sus piernas como si ahí mismo lo hubiera parido, con la verga muerta, viejo y derrotado.

¤¤¤ 

Afuera hacía calor. Adentro el fresco hizo que Juana lentamente se fuera quedando dormida. Parecía que la virgen que desde lo alto la miraba le velaría así, semidesnuda, pura, para que no le pasara nada mientras ahí estuviera.

Afuera, lentamente se fue perdiendo en el sopor de la tarde esa cancioncita triste que el viejo sacerdote silbaba por costumbre.

Lamberto Roque Hernández. 
Profesor y escritor zapoteco, radicado en Oakland, California. Es autor de Cartas a Crispina y Here I am. Originario de San Martín Tilcajete, Ocotlán, Oaxaca.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Gaza, la prisión al aire libre más grande del mundo

Incluso una sola noche en la cárcel es suficiente para tener una idea de lo que significa estar bajo el control total de alguna fuerza externa. Y difícilmente se requiere más de un día en Gaza para apreciar lo que debe ser tratar de sobrevivir en la prisión al aire libre más grande del mundo, donde alrededor de 1.5 millones de personas en una franja de territorio de aproximadamente 140 millas cuadradas (unos 360 kilómetros cuadrados) están sometidas al terror y al castigo arbitrario, al azar. Sin más propósito que humillar y degradar.

Esa crueldad es para asegurarse de que las esperanzas palestinas de un futuro decente sean destrozadas, y que el abrumador apoyo mundial para un arreglo diplomático que conceda los derechos humanos básicos sea nulificado. El liderazgo político israelí ha ilustrado de manera dramática este empeño en los últimos días, advirtiendo que "enloquecerá" si los derechos de los palestinos reciben incluso un reconocimiento limitado por parte de Naciones Unidas. Esta amenaza de "enloquecer" (nishtagea) –es decir, lanzar una dura respuesta– está profundamente arraigada, remontándose a los gobiernos laboristas de los años 50, junto con el relacionado complejo de Sansón: "Si nos desafían, derribaremos los muros del templo a nuestro alrededor". 

Hace 30 años, los líderes políticos israelíes, incluidos algunos notables militaristas, presentaron al primer ministro Menajem Begin un asombroso informe sobre cómo los colonos en Cisjordania regularmente cometían "actos terroristas" contra los árabes ahí, con total impunidad. Disgustado, el prominente analista político-militar Yoram Peri escribió que la tarea del ejército israelí, al parecer, no era defender al Estado, sino "demoler los derechos de personas inocentes sólo porque son araboushim (un duro epíteto racial) que viven en territorios que Dios nos prometió".

Los gazatíes han sufrido un castigo particularmente cruel. Hace 30 años, en su biografía The third way, el abogado Raja Shehadeh describió la desesperada tarea de tratar de proteger los derechos humanos fundamentales dentro de un sistema legal diseñado para garantizar el fracaso, y su experiencia personal como samid, "un inquebrantable", que vio su casa convertida en prisión por obra de ocupantes brutales y no pudo hacer nada, sino "soportarlo" de algún modo. Desde entonces, la situación ha empeorado mucho.

Los Acuerdos de Oslo, celebrados con mucha pompa en 1993, determinaron que Gaza y Cisjordania son una sola entidad territorial. Para ese entonces, Estados Unidos e Israel ya habían iniciado su programa para separar a Gaza y Cisjordania, así como para bloquear la solución diplomática y castigar a los araboushim en ambos territorios. El castigo para los gazatíes se volvió incluso más severo en enero de 2006, cuando cometieron un crimen importante: Votaron de la "manera equivocada" en la primera elección libre en el mundo árabe, eligiendo a Hamas.

Mostrando su "anhelo de democracia", Estados Unidos e Israel, respaldados por la tímida Unión Europea, inmediatamente impusieron un estado de sitio brutal, junto con ataques militares. Estados Unidos recurrió de inmediato a su procedimiento operativo estándar cuando una población desobediente elige al gobierno equivocado: preparar un golpe de Estado militar para restablecer el orden. Los gazatíes cometieron un crimen aún mayor un año después al bloquear el intento de golpe de Estado, lo que condujo a una intensificación del estado de sitio y los ataques. Estos culminaron en el invierno de 2008-09, con la Operación Plomo Fundido, uno de los más cobardes y viciosos ejercicios de fuerza militar en la historia reciente: una población civil indefensa, atrapada, fue sometida a un ataque incesante por parte de uno de los sistemas militares más avanzados del mundo, dependiente de armas estadunidenses y protegido por la diplomacia de Washington.

Por supuesto, hubo pretextos; siempre los hay. El común, sacado a relucir cuando se necesita, es la "seguridad": en este caso, contra cohetes de fabricación casera lanzados desde Gaza. En 2008, se estableció una tregua entre Israel y Hamas. Ni un solo cohete de Hamas fue disparado hasta que Israel rompió la tregua bajo la cubierta de la elección estadunidense el 4 de noviembre, invadiendo Gaza sin una buena razón y matando a media docena de miembros de Gaza. Sus más altos funcionarios de espionaje aconsejaron al gobierno israelí que la tregua podría ser renovada relajando el bloqueo criminal y poniendo fin a los ataques militares. Pero el gobierno de Ehud Olmert –él mismo, según se dice, amante de la paz– rechazó estas opciones, recurriendo a su enorme ventaja en la violencia: la Operación Plomo Fundido.

El internacionalmente respetado defensor de los derechos humanos gazatíes Raji Sourani analizó el patrón del ataque bajo la Operación Plomo Fundido. El bombardeo se concentraba en el norte, haciendo blanco en civiles indefensos en las áreas más densamente pobladas, sin una posible base militar. El objetivo, sugiere Sourani, quizá haya sido impulsar a la población intimidada hacia el sur, cerca de la frontera con Egipto. Pero los samidin no se movieron. Un objetivo adicional podría haber sido empujarlos más allá de la frontera. Desde los primeros días de la colonización sionista se argumentó que los árabes no tenían razón real para estar en Palestina: pueden ser igual de felices en cualquier otra parte, y deberían irse; cortésmente "transferidos", sugirieron los menos militaristas.

Esto seguramente no es de poca importancia para Egipto, y quizá sea una razón por la cual El Cairo no abre las fronteras libremente a los civiles o incluso a los suministros desesperadamente necesitados. Sourani y otras fuentes reconocidas han observado que la disciplina de los samidin oculta un barril de pólvora que podría explotar en cualquier momento, inesperadamente, como la primera Intifada en Gaza en 1987, después de años de represión. Una impresión necesariamente superficial después de pasar varios días en Gaza es el asombro, no sólo ante la capacidad de los gazatíes para seguir adelante con su vida, sino también ante la vitalidad entre los jóvenes, particularmente en la universidad, donde asistieron a una conferencia internacional.

Pero uno puede detectar signos de que la presión podría volverse demasiado difícil de soportar. Los reportes indican que se fermenta la frustración entre los jóvenes; un reconocimiento de que bajo la ocupación estadunidense-israelí el futuro no les depara nada. Gaza tiene la apariencia de un país del Tercer Mundo, con reductos de riqueza rodeados por una horrible pobreza. Sin embargo, no está poco desarrollada. Más bien está "de-desarrollada" y muy sistemáticamente, para tomar prestado el término de Sara Roy, la principal especialista académica sobre Gaza.

La Franja de Gaza pudiera haber llegado a ser una región mediterránea próspera, con una rica agricultura y una floreciente industria pesquera, maravillosas playas y, como se descubrió hace una década, buenas perspectivas de extensos suministros de gas natural dentro de sus aguas territoriales. Por coincidencia o no, fue entonces cuando Israel intensificó su bloqueo naval. Las perspectivas favorables fueron abortadas en 1948, cuando la Franja tuvo que absorber a una inundación de refugiados palestinos que huían del terror o fueron expulsados por la fuerza de lo que se convirtió en Israel; en algunos casos meses después del cese al fuego formal.

Las conquistas de 1967 de Israel y sus consecuencias asestaron golpes adicionales, y los crímenes terribles continúan hasta la actualidad. Los signos son fáciles de ver, incluso durante una breve visita. Sentado en un hotel cercano a la costa, uno puede oír el fuego de ametralladoras de lanchas cañoneras israelíes que ahuyentan a los pescadores de las aguas territoriales de Gaza y los obligan a acercarse a tierra, forzándolos a pescar en aguas que están fuertemente contaminadas debido a la negativa estadunidense-israelí de permitir la reconstrucción de los sistemas de drenaje y electricidad que destruyeron. Los Acuerdos de Oslo incluyeron planes para dos plantas de desalinización, una necesidad en esta región árida.

Un instalación avanzada fue construida: en Israel. La segunda está en Khan Yunis, en el sur de Gaza. El ingeniero a cargo en Khan Yunis explicó que esta planta fue diseñada de manera que no pueda usar agua de mar, sino que debe depender del líquido subterráneo, un proceso más barato que degrada más el escaso manto acuífero, garantizando problemas en el futuro. El suministro de agua sigue estando gravemente limitado. El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS), que atiende a los refugiados, pero no a otros gazatíes, dio a conocer recientemente un informe que advierte que el daño al acuífero pudiera volverse "irreversible" pronto, y que sin una rápida acción remedial, Gaza podría dejar de ser un "lugar habitable" para 2020.

Israel permite que entre concreto para los proyectos del OOPS, pero no para los gazatíes involucrados en los enormes esfuerzos de reconstrucción. El limitado equipo pesado permanece en su mayor parte ocioso, ya que Israel no permite el ingreso de materiales para la reparación. Todo esto es parte del programa general que Dov Weisglass, un asesor del primer ministro Olmert, describió después de que los palestinos no siguieron las órdenes en las elecciones de 2006: “La idea –dijo– es poner a dieta a los palestinos, pero no hacerlos morir de hambre”.

Recientemente, después de varios años de esfuerzos, la organización israelí de derechos humanos Gisha logró obtener una orden judicial para que el gobierno dé a conocer sus registros que detallan los planes para la dieta. Jonathan Cook, un periodista basado en Israel, los resume así: “Funcionarios de salud ofrecieron cálculos de la cantidad mínima de calorías necesarias para que el millón y medio de habitantes de Gaza evitaran la desnutrición. Esas cifras fueron luego traducidas a los cargamentos de alimentos que Israel permitiría que ingresaran cada día, un promedio de apenas 67 camiones –mucho menos de la mitad del mínimo requerido– entraría en Gaza diariamente. Esto comparado con más de 400 camiones antes de que empezara el bloqueo”.

El resultado de imponer la dieta, observa el experto en Medio Oriente Juan Cole, es que “alrededor de 10 por ciento de los niños palestinos en Gaza menores de cinco años han visto afectado su crecimiento por la desnutrición.

Además, la anemia está extendida, afectando a dos terceras partes de los infantes, a 58.6 por ciento de los niños en edad escolar, y a más de un tercio de las madres embarazadas”.

Sourani, el defensor de los derechos humanos, observa que "lo que se debe tener en mente es que la ocupación y el cierre absoluto son un ataque constante contra la dignidad humana del pueblo de Gaza, en particular, y de todos los palestinos, en general. Son la degradación, humillación, aislamiento y fragmentación sistemáticas del pueblo palestino". Esta conclusión ha sido confirmada por muchas otras fuentes. En The Lancet, una importante publicación médica, Rajaie Batniji, un médico de Stanford visitante, describe a Gaza como "una especie de laboratorio para observar la ausencia de dignidad", una condición que tienen efectos "devastadores" en el bienestar físico, mental y social. "La vigilancia constante desde el cielo, el castigo colectivo a través del bloqueo y el aislamiento, la intrusión en las casas y las comunicaciones, así como las restricciones sobre quienes tratan de viajar, casarse o trabajar dificultan vivir una vida digna en Gaza", escribe Batniji.

Los araboushim deben ser enseñados a no levantar la cabeza. Había esperanzas de que el nuevo gobierno de Mohammed Morsi en Egipto, que es menos servil con Israel que la dictadura de Hosni Mubarak respaldada por Occidente, pudiera abrir el Cruce de Rafah, el único acceso de Gaza hacia el exterior que no está sujeto al control israelí directo. Ha habido una ligera apertura, pero no mucha. La periodista Laila el-Haddad escribe que la reapertura bajo el gobierno de Mosri “es simplemente un regreso al statu quo del pasado: sólo los palestinos que porten tarjetas de identificación de Gaza aprobadas por Israel pueden usar el Cruce de Rafah”!

Esto excluye a muchísimos palestinos, incluida la propia familia de El-Haddad, donde sólo un cónyuge tiene una tarjeta. Además, continúa, "el cruce no conduce a Cisjordania, ni permite el paso de bienes, el cual está restringido a los cruces bajo control israelí y sujeto a prohibiciones sobre los materiales de construcción y las exportaciones". El restringido Cruce de Rafah no cambia el hecho de que "Gaza sigue bajo hermético estado de sitio marítimo y aéreo, y continúa estando cerrado a las capitales culturales, económicas y académicas en el resto (de los territorios ocupados por Israel), en violación de las obligaciones israelí-estadunidenses según los Acuerdos de Oslo".

Los efectos son dolorosamente evidentes. El director del hospital de Khan Yunis, que también es jefe de cirugía, describe con enojo y pasión cómo incluso faltan las medicinas, lo cual deja a los médicos impotentes y a los pacientes en agonía. Una joven habla sobre la enfermedad de su difunto padre. Aunque él hubiera estado orgulloso de que ella fuera la primera mujer en el campamento de refugiados en obtener un título avanzado, dice, “murió después de seis meses de combatir el cáncer, a los 60 años". La ocupación israelí le negó un permiso para ir a hospitales israelíes en busca de tratamiento. Yo tuve que suspender mis estudios, mi trabajo y mi vida para ir a sentarme al lado de su cama. Todos nos sentamos, incluido mi hermano el médico y mi hermana la farmacéutica, impotentes e inútiles, observando su sufrimiento. Murió durante el inhumano bloqueo de Gaza en el verano de 2006 con muy poco acceso a servicios de salud.

"Pienso que sentirse impotente e inútil es el sentimiento más aniquilador que puede tener un ser humano. Mata el espíritu y rompe el corazón. Se puede combatir la ocupación, pero no se puede combatir tu propia sensación de ser impotente. Ni siquiera se puede disolver ese sentimiento".

Un visitante en Gaza no puede evitar sentir disgusto ante la obscenidad de la ocupación, agravado por la culpa, porque está a nuestro alcance poner fin al sufrimiento y permitir que los samidin disfruten de las vidas de paz y dignidad que merecen.

Noam Chomsky 
La más reciente colección de columnas de Noam Chomsky es Making the Future: Occupations, Interventions, Empire and Resistance. Es profesor emérito de Lingüística y Filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Massachusetts